jueves, 8 de enero de 2015

La planificación deportiva del FC Barcelona lleva siendo un desastre desde hace mucho tiempo. Las últimas decisiones tomadas han sido todo un desacierto: la salida de Thiago, uno de los mediocampos con más futuro del fútbol español, la no marcha de Xavi, el abandono de Valdés, la venta de Cesc y unos fichajes sin calidad para el equipo, como Vermaelen o Douglas. Todas estas operaciones, unidas a la sanción del TAS y a la ineptitud de Zubizarreta para fichar dos defensas de garantía tras el bajón de forma y juego de Piqué y Alves y la marcha de Puyol han provocado el "descalabro deportivo" del club.




La reciente destitución de Zubizarreta provocada por su declaraciones sobre la sanción de la FIFA, aludiendo a la responsabilidad del actual presidente, Bartomeu, además de por la pésima gestión deportiva han terminado de dinamitar un club donde el poder lo ocupa un presidente no electo que debería haber convocado elecciones de forma automática tras la marcha de Rosell, y que ha anunciado tras presión popular y de su junta directiva que serán finalmente convocadas.



A ello unimos que el equipo no termina de realizar un buen fútbol, ni de tener las ideas o alineación clara. Luis Enrique es un técnico de escasa experiencia, ya que fracasó con la Roma donde tuvo mala relación con la estrella del equipo Francesco Totti, que incluso llegó a aparecer en el entrenamiento con una camiseta que decía en letras grandes "Basta". Su paso por el Celta de Vigo fue corto, realizando buen fútbol pero en un equipo sin estrellas y sin la presión que supone entrenar a un "grande". Da la impresión que sentar en el banquillo a Luis Enrique fue una decisión tomada más por su carácter antimadridista que por sus méritos deportivos.



El caso Messi le ha superado. Aunque los entrenadores siempre presumen de querer controlar el vestuario y no hacer distinciones, la realidad demuestra que en los equipos grandes tienes que cuidar y mimar de forma especial a los grandes cracks si no quieres complicaciones. El trato de favor sobre Messi y Neymar y la falta de oportunidades a los canteranos ya tenía al vestuario enfadado, y la suplencia de los 2 cracks a su vuelta de vacaciones ha sido "la gota que ha colmado el vaso".



Messi está enfadado desde hace tiempo, es más, si no fuera por la sanción de la FIFA, seguramente esta temporada estaría vistiendo otra camiseta. Con la sanción, el club le renovó para calmar al astro argentino y evitar una posible fuga de su estrella a condición de generar un desequilibrio económico, que se ha sumado al dispendio realizado en su momento para "robar" a Neymar al Real Madrid o el alto coste que ha supuesto la compra de Luis Suárez, un jugador de cierta edad que además llegaba con una inactividad de 4 meses debida a su sanción. Quizás sin este brutal desembolso económico estaríamos hablando de una plantilla más equilibrada y de más calidad.



El club está en una situación de alto riesgo y su futuro no se presenta muy calmado que digamos. Con unas elecciones a la vista, rumores sobre una salida de Messi y Luis Suarez al futbol inglés, el argentino siguiendo al Chelsea en Instagram horas después de su suplencia ante la Real Sociedad, la marcha anunciada de Dani Alves, la más que probable venta de Piqué, la falta de confianza de la directiva y los "pesos pesados" del vestuario hacia el entrenador. Esta temporada y el verano que se presenta sin la posibilidad de incorporar nuevos jugadores promete ser mucho más que interesante.



Fuente foto Presentación Vermaelen: futbolsapiens.com
Fuente foto Presentación Douglas: elbocon.pe
Fuente foto Bartomeu y Zubizarreta: diariogol.com
Fuente foto Luis Enrique y Totti: lavanguardia.com
Fuente foto Messi y Neymar: elperiodico.com
Fuente foto Presentación Luis Suárez: lavanguardia.com
Fuente foto Instagram Messi: futbol.as.com



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